La casa de la cultura se convierte en necesidad cuando por los muchos actos culturales que realizamos nos damos cuenta que es preciso contar con una infraestructura adecuada que nos permita en todas las épocas del año poner en marcha los teatros, cines, semanas de la cultura y actuaciones de grupos y cantautores que a lo largo del año vienen a convertirse en palancas de libertad y de expresión de una cultura popular que desgraciadamente anda semi prohibida. |
Entendemos que la cultura no es neutra y que según los valores que contenga conduce a un objetivo determinado. Es claro que la burguesía trata de introducirnos sus valores o contravalores a través de los grandes medios de comunicación, de la enseñanza y de un discurso único que imponen de las maneras más sutiles que uno pueda imaginarse. Decimos que cada canal de televisión es como tener en casa la voz del amo. Nosotros queremos contrarrestar esa voz y que se oiga la voz del pueblo, la voz de los trabajadores, la de los oprimidos, la de los jornaleros, la de los inmigrantes... en definitiva la voz de los que no tienen voz. Y en el edificio que estamos terminando ahora tenemos situado la radio y televisión de Marinaleda que es la búsqueda de esos otros sentimientos ocultos y oprimidos que necesitan salir a la calle para comunicarse, para dialogar, para establecer un discurso plural que nos permita subvertir el orden establecido y construir entre todos un ser humano nuevo. La construcción de este edificio se ha hecho desde la colaboración desinteresada de muchos vecinos que a lo largo del tiempo ha ido aportando, con su trabajo gratuito, parte de lo que en el futuro será uno de los mayores teatros de la provincia de Sevilla. |