Esta es una fiesta de nueva creación y que ha tenido mucha polémica desde su nacimiento ya que es una semana alternativa a la llamada "Semana Santa" y por tanto se celebra coincidiendo con estos días.

Esta fiesta está orientada a que esta semana tan sacralizada por el orden político y religioso establecido, puede y debe hacerse santa desde el cante de El Cabrero, Paco Ibáñez, Jarcha, José Mercé o el teatro de Alberti.

Buscamos, en estos días, demostrar que es preferible mirar a los ojos de tus semejantes que están en el paro, que no tiene papeles, que pasa hambre, que está en la cárcel o al que se le pega dos tiros y se le echa a una cuneta por rebeldía que andar rezándole a ídolos de escayola que representan a un Dios demasiado en las alturas y demasiado inútil para resolver los problemas concretos de la gente concreta.

Queremos en esta semana, cuando todos van de procesión encontrar todos los rostros de la injusticia y hacer un compromiso, si es posible superior, con los empobrecidos que viven muchas veces a nuestro lado ignorados por nuestra indiferencia o que están a pocos kilómetros siendo explotados por los nuevos fariseos de estos tiempos.

La paz es la construcción de una sociedad donde la economía el poder, la cultura, el derecho o la libertad se pongan en servicio incondicional de todos los seres humanos. Esta semana es la reflexión y profundización en este compromiso necesariamente colectivo.