La primera noticia que encontramos de nuestros antepasados se sitúa al final del Neolítico ya cercana a la Edad de los Metales pues se han encontrado restos de viviendas de un poblado de hace unos 5.000 años.
En los trabajos arqueológicos realizados se han recogido hachas de piedra, molinos de mano, restos de semillas y habitáculos donde estos primeros pobladores vivían.
Este poblado importante por sus dimensiones estaba situado a un lado y a otro de lo que posiblemente en la antigua edad fue un riachuelo y que hoy está ocupado por la carretera entre Marinaleda y Matarredonda.
Avanzando en la historia nos encontramos con restos de una calzada romana que unía Estepa con Écija y las continuas apariciones de monedas (denarios) enterramientos y otros resto que dan señal de la presencia romana en los alrededores de la zona donde habitamos.
Más adelante también encontramos ruinas que nos hablan de la presencia árabe en nuestro suelo. Las Torres de Gallape o la fortaleza árabe de Alhonoz son restos suficientemente significativos y que servían de comunicación al paso de los ejércitos y que ponen de manifiesto y la pujanza de una civilización que estuvo en Andalucía durante ocho siglos.
En la Edad Media Marinaleda es un puñado de chozos donde viven los jornaleros que trabajan para los grandes terratenientes especialmente para el marquesado de Estepa.
En la Edad Moderna reaparece Marinaleda en concreto en 1751 cuando solo existen unas 60 casas la mayoría chozas donde viven jornaleros sin tierra que cobran dos reales de sueldo por una jornada de Sol a Sol.
El número de habitantes es de 80 personas pero eso sí para tan menguado número de habitantes hay tres clérigos aunque no hay médico ni nada que se le parezca y la única venta existente es propiedad del Marqués de Peñaflor que vive en Écija.
La única actividad en esta época es la agricultura y los cultivos son el trigo, la cebada, el olivo y los chaparros de un rabioso secano en el que no existen ni una fanega de tierra de regadío.
En el s. XIX aparece de nuevo Marinaleda vinculada con los bandoleros y en las partidas de José María "El Tempranillo" natural de Corcoya, "El Pernales" o Juan Caballero donde se agrupan marinaleños formando parte de estos grupos que tanto tendrían que hablar al final de este siglo y a principios del s. XX.
Ya en el s. XX, en la Segunda República con una población de 2318 habitantes y con tan solo 317 votantes, ya que no podían votar las mujeres los resultados electorales de esta época fueron:
12 Abril 1931 ganan los monárquicos
31 Mayo 1931 Ganan los republicanos
16 Febrero 1936 Gana el Frente Popular
Vicente Cejas Moreno es elegido alcalde que luego sería asesinado junto a su hijo en la era Empedrá de El Rubio con una crueldad infinita.
Cuando Franco da el golpe de Estado se desata la represión indiscriminada que se lleva por delante a más de 30 personas en nuestro pueblo.
Desde ese instante por supuesto ya no habrá más elecciones y los alcaldes del franquismo serán elegidos a dedo por los gobernadores civiles.
En los años 45-50 serían muy duros. El hambre llegaba a los estómagos de muchas familias jornaleras que no tenían más remedio que irse a rebuscar aceitunas o bellotas por los campos.
La represión continuaba con saña. Un mando de la Guardia Civil de Écija se hizo famoso en la zona porque manda arrancar los dientes de los jornaleros que cogían cogiendo bellotas por los cortijos.
En los años 60 hubo una gran emigración. Casi la mitad de la población emigró a Barcelona, Alemania, Francia, Suiza porque el tren de la huida era la única esperanza de vivir para los que habían caído ya en las redes del paro estructural.
En el año 77 se fundo en nuestro pueblo el Sindicato de Obreros del Campo en el jardín que en aquel momento era de Queipo de Llano y que hoy es la Avda. de la Libertad.
En el año 78 ocupación de la finca de Bocatinaja entre Osuna y Los Corrales. Es la primera vez en la historia de Andalucía que se ocupa una finca durante dos días después de la Segunda República. Al final fuimos desalojados violentamente por la Guardia Civil y varios dirigentes de nuestro sindicato fueron encarcelados.
En el año 79 primeras elecciones democráticas después de la República. La CUT (Colectivo de Unidad de los Trabajadores) obtiene mayoría absoluta al conseguir nueve de los once concejales que forman el pleno del Ayuntamiento.
En este mismo año se produce el cambio del nombre de las calles:
En el año 80 Marinaleda protagonizó una huelga de hambre masiva durante trece días y con la participación de 700 personas. Era una hualga de hambre contra el hambre y el motivo era reivindicar más dinero y una regulación más exacta del antiguo Empleo Comunitario.
La huelga se saldó con éxito. A partir de ahí comenzaron la lucha por la tierra y las ocupaciones de fincas que nos llevarían a hacer realidad la vieja consigna revolucionaria de la tierra para el que la trabaja.
Para ello en el año 84 ocupamos el pantano de Cordobilla con una consigna, agua para regar la tierra y con una intención, conseguir que se pusieran en riego el cortijo de los Humosos propiedad del duque del Infantado porque este era el único resquicio que dejaba la ley para poder expropiarle la finca a este gran terrateniente. Estuvimos 30 días, el grado interno de solidaridad, convivencia y compañerismo sería el cimiento de las luchas que a continuación tendrían que darse para conseguir el viejo sueño de la tierra.
A partir del año 85 se comienzan una serie de ocupaciones (más de 100) que nos llevaran a realizar todo tipo de acciones pero siempre centrados en la tierra llegando incluso a permanecer en la finca durante 90 días y 90 noches. Ni que decir tiene que la Guardia Civil nos expulsaba a diario y que tuvimos infinidad de procesos judiciales por estas luchas.
En el año 91 nos notifican que tendremos por fin la tierra. Serán 1200 Has. de tierra conquistados tras muchos años de lucha y por primera vez en 5000 años de la historia de Andalucía.
En el 92 y en el 94 las luchas contra las peonadas y por un puesto de trabajo llevan a una serie de acciones radicales como la ocupación del Banco de España, la paralización del AVE en varias ocasiones, del aeropuerto internacional de San Pablo o las ocupaciones de el Palacio de San Telmo, Canal Sur Radio TV así como manifestaciones todos los días por las distintas calles de Sevilla. Al final las peonadas se reducirían de 60 a 35 no sin antes sufrir el engaño de la delegada del gobierno en Andalucía Dña. Amparo Rubiales.
En el año 1997 comenzamos a poner en marcha el Humoso una vez que ya tenemos instalado de riego toda la finca. A partir de ahora ya no se oirá la voz del amo sino la de los jornaleros que a partir de ahora serán los propietarios colectivos para crear y repartir la riqueza que ellos mismos producen.
En 1999 comienza a funcionar la primera industria en Marinaleda que también será propiedad colectiva de los obreros y que vienen a multiplicar el empleo y a dar un salto cualitativo y en la apropiación colectiva de los medios de producción.
Cuando llegamos al año 2000 con la tierra y con la industria del pimiento de piquillo, la haba, la alcachofa y la aceituna estamos muy cercanos a alcanzar el pleno empleo.
En el año 2001 nuestro sindicato convoca una huelga general en el campo sevillano con participación de piquetes masivos de nuestro pueblo en los que cada día han participado más de 100 personas por la conquista de un convenio justo. En La Rinconada ese día fuimos tiroteados por un terrateniente sin que la justicia hiciera otra cosa que como tantas veces hacer "la vista gorda".
En el año 2002 se celebra en Marinaleda un encuentro estatal del movimiento antiglobalización ya que Sevilla y sus autoridades (Diputación y Ayuntamiento) habían negado las instalaciones para este evento debido al miedo que produce la criminalización interesada del mismo.
Para nosotros esta celebración ha sido un honor ya que llevamos años luchando por la construcción de la utopía desde un presupuesto básico que hoy defiende el movimiento antiglobalización como es la soberanía alimentaria, el derecho a la tierra al agua y a las semillas por parte de los pueblos porque estamos cansados de la presencia destructiva y opresiva de los terratenientes, los aguatenientes y los semillatenientes que son las grandes multinacionales.